La crisis climática provoca que las hojas de otoño se caigan antes
El calentamiento global está haciendo que los árboles se desprendan de sus hojas con anterioridad, desmontando la idea de que las altas temperaturas retrasan la aparición del otoño. Este descubrimiento es importante ya que los árboles acumulan grandes cantidades de dióxido de carbono en el aire, jugando así un papel fundamental en la regulación del clima.
Las altas temperaturas también adelantan la llegada de la primavera, alargando aún más la época de crecimiento de los árboles. Esto pone trabas al freno del calentamiento global, ya que los árboles pueden guardar menos CO2 que antes.
La comunidad científica sigue trabajando en averiguar la magnitud del descubrimiento, que por el momento cifran en mil millones de toneladas de CO2 al año más de las estimadas, una cifra superior a las emisiones anuales de Alemania.
El estdio, publicado en la revista Science, analizó más de 430.000 observaciones de caídas de hojas durante 67 años. Además, se realizó un experimento recreando a árboles europeos y modificando sus niveles de luz y CO2. Los experimentos demostraron que, además de la temperatura y la longitud del día, los árboles toman como referencia el nivel de carbono almacenado en su tronco para decidir cuando pueden prescindir de sus hojas.
Thomas Chrowter, de la universidad ETH Zurich afirma que durante décadas hemos asumido que las estaciones de crecimiento hacen que las hojas se caigan más tarde, aunque ahora se ha descubierto que conforme la productividad del árbol se intensifica, sus hojas se caen antes. La ecologista Christine Rollinson defiende que los estudios son simplificaciones de la realidad, pero defiende que era la recreación más precisa posible. También considera asombroso el estudio, ya que muestra numerosas evidencias que llegan a la misma conclusión. Por último, añade que no se puede confiar la reducción de emisiones a los árboles ya existentes, si no que se debe frenar el uso de combustibles fósiles y la deforestación.
La fotosínesis en las hojas transforma el CO2 de la atmósfera en compuestos de carbono usados por el árbol para vivir y crecer. Si el árbol no puede usar el carbono, deja de mantener sus hojas y estas se caen. No se sabe qué factor causa su caída, pero se supone que debe influir la disponibilidad de nitrógeno, vital para las hojas de la mayoría de los árboles caducos.
Traducido y resumido de The Guardian.
Artículo original: https://bit.ly/3md1TZ2
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