CRISPR: la innovadora cura contra el cáncer


Un equipo de la Universidad de Tel Aviv, en Israel, ha desarrollado el sistema CRISPR-LNP, el cual ya ha demostrado su efectividad como tratamiento para el cáncer.
Este sistema está basado en nanopartículas de lípidos, las cuales son capaces de destruir las células cancerígenas mediante la manipulación genética. Este sistema lleva un mensajero genético codificador de la encima CRISPR/Cas9 que actúa como "tijeras moleculares" y corta el ADN de las células cancerígenas.
El profesor Peer, en cuyo laboratorio se realizó el experimento, explica que este estudio es el primero en demostrar la utilidad del genoma CRISPR en el tratamiento del cáncer en seres vivos y, además, no tiene efectos secundarios. Nos cuenta que, una vez tratadas con este sistema, las células cancerosas no vuelven a activarse ya que estas "tijeras moleculares" recortan el ADN de estas células evitando su replicación de forma permanente.

Para testar cuna viable es esta tecnología en el tratamiento del cáncer, el profesor Peer y su equipo escogieron dos de los cánceres más letales:
  • El glioblastoma, el cáncer cerebral más agresivo cuya esperanza de vida es de 15 meses tras el diagnóstico. Las investigaciones probaron que la esperanza de vida de los animales de laboratorio con este tumor se duplicaba y que la tasa de supervivencia mejoraba un 30%, en general, tras un tratamiento.
  • El cáncer de ovario, una de las principales causas de muerte entre las mujeres. La mayoría de las pacientes son diagnosticadas en una etapa avanzada cuando la metástasis ya se ha extendido por el organismo; solo un tercio de las pacientes sobreviven. Con este sistema se puede identificar, alterar, reparar o reemplazar cualquier segmento genético.

El profesor Peer admite que el uso de este sistema en medicina es aún reducido (en investigación posee un uso muy extenso) pues se debe buscar una forma segura y eficaz de administrar el CRISPR en las células cancerígenas, pero que este es un tratamiento innovador para aquellos cánceres agresivos para los cuales no hay tratamiento; y que al demostrar su efectividad en el tratamiento de los anteriormente mencionados cánceres se abren muchas posibilidades nuevas para los tratamientos de otras enfermedades, ya sean genéticas o virales crónicas.
Y pese a que pasará un tiempo antes de que este nuevo tratamiento pueda ser usado en personas son optimistas con sus resultados. 

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